Rutinas interactivas
1. Compartir intereses de forma sostenida a través miradas, gestos, palabras, es un requisito indispensable para generar “mundos compartidos”.
2. Desde un enfoque naturalista, las secuencias de acciones con fines prácticos se consideran en sí mismas, narraciones, donde el habla es un elemento más de estas microhistorias.
3. Es beneficioso generar un patrón de acciones reversibles con actividades de ambos actores coordinadas: “dar-recibir”, “traer-llevar”, o una misma acción con la participación secuencial de los participantes, Ej. “vamos a cargar de jabón el lavarropas, primero vos, luego yo”.
4. Asignarle un rol activo en tareas que sean accesibles para él resulta un motor de motivación.
5. La comprensión de situaciones cotidianas da un marco previsible, con poca demanda cognitiva, para poder direccionar la atención al habla.
6. La predisposición del adulto para estimular todas las expresiones del niño, como también el incluir el etiquetado de elementos, acciones y eventos evitando abrumarlos.
7. El recurso de reformular las expresiones espontaneas del niño agregando algún elemento, focalizándonos más convenientemente en el predicado, lugar estratégico del verbo.